Al Castillo de Loarre se le conoce mucho porque fué el protagonista del rodaje de la película El reino de los cielos (Kingdom of Heaven) de Ridley Scott, protagonizada entre otros por Orlando Bloom, Eva Green, Liam Neeson y Jeremy Irons. El pueblo de Loarre participó en el rodaje del film haciendo de extra, lo cual le motivó a asistir al cine en Huesca para poder ver si salían en alguna escena. El castillo puede verse en varias ocasiones durante la película.
Constructivamente es un conjunto de edificios y dependencias de gran tamaño para albergar a mucha gente, rodeado por 200 metros de muralla , y ocho torreones curvos.
En los amplios espacios entre la muralla y el castillo vivía la gente que en el siglo XVI se bajó al llano a lo que hoy es el pueblo de Loarre.
Históricamente el invento fue de Sancho III el Mayor de Navarra, vinculado al condado de Aragón, y después de Sancho Ramírez, hijo de Ramiro I, primero de la Casa Real de Aragón.
Artísticamente Loarre es un compendio de románico. Dice Guitart que el mas completo y rico del arte románico en España y de lo mas principal de toda Europa Occidental.
Al recinto se entra por escalera excavada en la propia roca.
Los edificios se acomodan a la topografía del terreno y uno no se pierde gracias a humildes flechas en los muros que algo ayudan.
Lo más suntuoso es la Capilla Real con altísimo abside porque tiene dos plantas.
La torre del homenaje de 22 m. de altura, rotunda, sólida.
La torre de la Reina más elegantita, dentro de lo que cabe.
La capilla primitiva de Santa María de Valverde en un pradera idem. en la parte más alta del recinto.
El Mirador de la Reina, etc. etc.
Las almenas por todos los sitios me parecen restauradas, pero quedan muy bien, como del más puro estilo de castillo clásico medieval de película.
El enclave es cinematográfico y espectacular.
Hay que acceder con calma por la pista que va coronando la ladera predisponiendo el espíritu.
La verdad, es de cine. Para todos los públicos.
Lo más suntuoso es la Capilla Real con altísimo abside porque tiene dos plantas.
La torre del homenaje de 22 m. de altura, rotunda, sólida.
La torre de la Reina más elegantita, dentro de lo que cabe.
La capilla primitiva de Santa María de Valverde en un pradera idem. en la parte más alta del recinto.
El Mirador de la Reina, etc. etc.
Las almenas por todos los sitios me parecen restauradas, pero quedan muy bien, como del más puro estilo de castillo clásico medieval de película.
El enclave es cinematográfico y espectacular.
Hay que acceder con calma por la pista que va coronando la ladera predisponiendo el espíritu.
La verdad, es de cine. Para todos los públicos.