martes, 11 de diciembre de 2007

La Puebla de Fantova


Bella localidad asentada en lo alto de un leve altozano sito en pleno Valle de Fantova.
Su casco urbano conserva muchos elementos de carácter medieval que nos muestran un pasado como posición defensiva.
En las viviendas apreciamos los rasgos esenciales de las construcciones propias de la zona. La iglesia parroquial renacentista del siglo XVI presenta algunos detalles de gran calidad, y otros muy curiosos como la pareja de escorpiones esculpidos sobre la portada de la misma.
En las inmediaciones se levanta dos atractivas ermitas dedicadas la románica de San Clemente o de la Tobeña, y la dedicada a la Virgen de Laude, construcción del siglo XVII.
Fiestas: El día 8 de Septiembre y están dedicadas a la Virgen de Llagure (Laude) aunque se adelantan normalmente al penúltimo fin de semana de Agosto.













martes, 4 de diciembre de 2007

Puente de la constitucón excursion castillo de fantova

Saldremos de Zaragoza por el autovía dirección Huesca para después tomar la N-240 dirección Barbastro, allí cogeremos la N-123 dirección a Benasque, pasaremos Graus donde podemos probar las famosas “Longanizas de Graus”, menos de 5 Km después de pasar Graus cogeremos un desvío a la derecha hacia la Puebla de Fantova que se encuentra a unos cinco Km, es un pequeño pueblo donde podemos visitar su iglesia, sus callejuelas con pasajes abovedados y portales, pero lo mas interesante lo tenemos a unos cuatro o cinco km “La fortaleza de Fantova” se accede por un camino a veces asfaltado y a veces no, que sale del mismo pueblo, esta indicado por carteles y no tiene perdida, el camino no es muy bueno pero despacio se llega bien, seguro que en unos años hacen carretera por que el lugar merece la pena
Fortaleza de Fantova
La fortaleza surge con la llegada del Conde Guillermo Isárnez sobre el año 1016, este era nieto de los fundadores del lugar que acabaron con la invasión musulmana; en su tiempo estaba rodeada de una muralla que cerraba el promontorio donde se ubica, dentro tenían bancales de cultivo y eran autosuficientes, se conservan: un torreón circular, una capilla castrense con campanario barroco que fue reformada posteriormente para ser la Iglesia de Santa Cecilia, un cementerio parte de el excavado en la roca, y un aljibe también excavado en la roca.

Después volveremos por el mismo camino hasta casi llegar a Graus pues aunque se supone que hay un camino para cruzar a Roda de Isabena que alcorza muchos km esta impracticable y nos aconsejaron los lugareños que volviéramos por Graus, así que casi en Graus giraremos a la izquierda a coger la A-1605, unos cinco o seis km después llegaremos a Capella donde podemos ver un magnifico puente romano

sábado, 17 de noviembre de 2007

Desde el Castillo de Fantova puedes tocar la Luna


Links de interés Castillo de Fantova

http://www.ribagorza1000.com/
http://http//www.turismograus.com/okprincipal.swf
http://www.ribagorza.com/asp/articulover.asp?ID=24

Historia del Castillo de Fantova

Historia:
Era un auténtico burgo; el símbolo del poder militar y religioso que regía a los habitantes de un valle que vivían en casas desperdigadas por la ladera, de las que aún quedan algunas, ruinosas o cerradas salvo la importante casa Turmo, situada sobre un collado al pie mismo del cerro del castillo. Algunos siglos después, la población del valle se concentró mucho más abajo, en la Puebla de Fantova. El Castillo de Fantova está encumbrado en una montaña a pocos kilómetros al este de La Puebla de Fantova, vigilando sierras agrestes y valles en la parte meridional del condado de Ribagorza. Sus primeras noticias datan del año 960, en que el obispo de Roda consagró la iglesia de Santa Cecilia en el castro de Fantova, construida por el conde Ramón II. Este y el desaparecido de Güel eran las avanzadas del condado frente a los castillos musulmanes de Alascor -Lascuarre-, Laguarres y Castigaleu, que fueron conquistados por Sancho el Mayor cuando se adueñó del condado de Ribagorza -1017-. Conocemos documentalmente los nombres de varios léñenles de Fantova de 1076 a 1164.Como en otros muchos castillos e iglesias oscen-ses, debemos a Cardús las primicias del descubrimiento de este evocador lugar, pues Fantova es algo más que un rudo castillejo de montaña. Es una reliquia de lo que fue una célula de la vida y de la muerte en los azarosos s. X-XI.
Descripción:
El cerro de Fantova aparece cubierto por encinas y malezas sobre las que emerge una cresta rocosa, de unos 50 m de eje máximo, que estuvo amurallada por el lado más accesible, al sureste, donde, protegiendo la rampa de acceso, subsisten elevados muros de piedra con saeteras de época imprecisa y restos de algún edificio. Casi al borde de la punta nordeste de la plataforma se alza la airosa torre del castro, de unos 9 m de diámetro, siendo una de las que mejor conservan su integridad a pesar de te¬ner el remate destrozado -ya se ha rehabilitado-. Es de manipostería revestida externamente por sillarejos grises muy bien rejuntado, alcanzando un espesor de poco más de dos metros. La puerta se halla a bastante altura, es muy rasgada y de arco semicircular con dovelas muy similares a las que vemos en las partes más antiguas de Loarre; desde ella se sube a lo alto por una escalera empotrada en la pared. Hay varias saeteras, pero sólo la planta alta debía estar bien iluminada a juzgar por dos de las variadas ventanas que tendría; son análogas a la puerta pero más estrechas.
La planta baja conserva su interesante bóveda, de piedras bastas en forma de arista, resolviendo ingeniosa¬mente el paso del círculo al cuadrado. Esta interesante torre puede muy bien ser de los primeros lustros del s. XI, tal vez la más antigua que hay en los castillos altoaragoneses.
En el extremo opuesto a la torre está la iglesia de Santa Cecilia, consagrada por segunda vez en 1103, y bien puede ser de esta fecha su rústica fábrica de nave única con ábside semicircular, exenta de decoración. A sus pies tiene adosado un original campanario de planta semicilíndrica, de piedra análoga a la de la otra torre de defensa, aunque de proporciones mucho menores. De este modo, Fantova aparece como algunos castillos de comarcas montañosas, con una torre en cada extremo, muy frecuente, por ejemplo, en Alsacia.
Una gran parte del espacio intermedio sirvió de cementerio hasta tiempos relativamente recientes. Para completar el interés que despierta esta roca de Fantova, hay talladas en ella tumbas antropomorfas, según costumbre en los ss X-XI a lo largo de la cordillera prepirenaica.
Del recinto murado, destacan la entrada en recodo, uno de cuyos muros laterales se conserva hasta la altura de dos plantas con su respectivo retranqueo y una hornacina de medio punto en la segunda planta. Del muro opuesto sólo se conserva el basamento. Podemos pensar, idealmente, que se trataría de una entrada cubierta con pisos de madera de carácter defensivo.
Hay un detalle en el frente del muro largo de esta entrada en codo que ha pasado desapercibido. Es la existencia de tres salidas o agujeros rectangulares a la misma altura y en el tramo bajo del paño. Son aspilleras de pronunciadísimo derrame e idénticas características que las trazadas en las murallas de Abizanda, Paño y Loarre. El canal intramural de la esquina meridional es enorme por el interior, cuidadosamente tapizado de piedra. Que son aspilleras para verter líquidos de fácil combustión y no desagües, lo demuestra el hecho de su situación ante el único camino de entrada posible, por tanto punto a defender; el resto de la prolongada muralla es ciego.
Si esta pared protegía ya en el año 1015, estamos ante el origen de este tipo de aspilleras, incorporado poco después en Abizanda y Loarre. Arquitectónicamente son engorrosas de ejecutar, pues exigen una buena planificación en la construcción del paramento. La diferencia con Loarre o Abizanda es que aquí en Fantova solamente emergen en el punto más débil, la entrada del castro, mientras en los otros recintos son más numerosas, llenando dos lienzos.

Voceto del Castillo de Fantova


La Puebla de Fantova y la Longaniza

Una tradición
A finales del año 1.700, se asentaron en Graus, varias familias procedentes de la localidad zaragozana de Maella.Uno de los varones llegados a la villa, casó con una mujer oriunda de la comarca (La Puebla de Fantova), y a raíz de esta unión, fundaron la que fue primera carnicería de Graus. Junto con la venta de carne, también se dedicaron a la elaboración de embutidos, que implantaron en la comarca con el nombre de "Casa Maella".Con el paso de los años, y hasta hoy, se ha mantenido la tradición y el buen hacer inicial que, apoyado con las nuevas tecnologías, hacen que los embutidos "Casa Maella" tengan el mismo sabor de antaño.